Peace & Love

No sé de qué tamaño saldrá esto. A mí aquí esto me parece enorme. Quizá porque estoy acostumbrada a mucha letra y pocos dibujos. Vete tú a saber, yo soy muy vaga para ir.
Es una de las imágenes más lindas que he encontrado en Google. Y en la página 1. Irónico, porque ahora no tenía muchas esperanzas y otras veces que estoy más animada tardo media hora en dar con lo que busco. Odio a Murphy y su maldita ley. Sé que tú también.
Ahora mismo tenía una duda existencial, pero se me ha ido de la cabeza. No puedo pensar en algo que no sea el nombre de Lina (mi notebook). Es un Eee PC. Eso de eee... me suena a un cantante chillón llamado Mika. Poco recomendable para personas mentalmente sanas, decentes y razonables. Apto para majaderos.
Hoy me voy a dormir pensando en la canción de Jason Mraz que no conocía hasta hace unos diez minutos. Es la primera que sale al abrir el blog, es preciosa ¿verdad?
Desde que un amigo de mi hermana me resolvió el cubo de Rubik, no me he atrevido a girarlo al azar, tan solo secuencias como gira 90 grados, una cara a la derecha, gira 90 grados, una cara a la derecha... y cuando me cansaba daba la vuelta hasta que volvía a quedar perfecto. Ya sé, hay formas de resolverlo si te molestas en buscar en Internet. Pero antes de dárselo al amigo en cuestión ya intenté eso y no entendí ni jota.
Me fastidia que como ayer viernes no fui al instituto por un dolor de garganta y una ronquera que se me pasó ya, no pude quedar con la psicóloga que me iba a hacer un test para ver qué tipo de superdotación tengo. Porque uno puede ser un negado para las mates pero ser superdotado y nadie lo entiende. Porque no se es superdotado de todo, solo de una, o si tienes suerte, de varias cosas. Apuesto a que no lo sabías. A menos que seas psicólogo.
No es solo de coeficiente intelectual, también existe la inteligencia emocional. Es la capacidad de relacionarse con los demás y poder comprender sus sentimientos y por lo visto eso es lo que me falta a mí aunque yo de eso no sabía y sigo sin saber porque por lo visto también una es superdotada para las cosas del instituto pero siguen sin explicarte qué demonios te pasa y te saca de quicio no saberlo. No acabas de conocerte a ti mismo. Es como si supieras que tienes el pelo largo pero no supieras de qué color y nadie te lo dijera. Menudo hastío.
Ya estoy empezando a comprender algo lo de la inteligencia emocional porque la psicóloga le mandó a mi madre leer un ensayo sobre eso pero mi madre apenas si ha tocado el libro. Fíjate si no le hace caso que se lo he cogido y no me ha reclamado. Supongo que le gustaría que yo se lo resumiera. Por mí bien, yo voy por la página 236 y aunque el libro es un auténtico tocho, me resulta extrañamente adictivo y cuando me absorben las explicaciones no hay dios que me saque del maldito libro. "Inteligencia emocional" de Daniel Goleman. No recomendado para menores de 15 años o menores superdotados de doce años. No podrán con eso.
Figúrate que el otro día en clase me llegó Ángel y me preguntó:
-¿Qué lees?
Yo empecé a leer en voz alta un trozo del libro especialmente tedioso y apenas llevaba una línea cuando Ángel gritó:
-¡Deja, deja! ¡Menudo tooooocho, tía!
Desde entonces cuando alguien me pregunta qué leo le contesto "¡Tooooocho!"

Y luego digo que no tengo de qué hablar.